RECORDANDO NUESTRA HISTORIA. Serie: Ruinas No. 1, octubre/ 2010.
Reescrito el 31 de agosto/ 2024.
LA SEQUÍA DEL AMAZONAS HIZO VISIBLE LAS RUINAS DEL ANTIGUO FUERTE MILITAR DE TABATINGA (Estado do Amazonas, Brasil)
El pasado 12 d...read more
RECORDANDO NUESTRA HISTORIA. Serie: Ruinas No. 1, octubre/ 2010.
Reescrito el 31 de agosto/ 2024.
LA SEQUÍA DEL AMAZONAS HIZO VISIBLE LAS RUINAS DEL ANTIGUO FUERTE MILITAR DE TABATINGA (Estado do Amazonas, Brasil)
El pasado 12 de septiembre del 2010 tuvimos la oportunidad de apreciar aspectos importantes de las ruinas del antiguo fuerte militar de Tabatinga. Esta excepcional oportunidad se logró gracias al intenso verano que hoy envuelve a la región y, en consecuencia, las aguas del Amazonas se encuentran en niveles muy bajos emergiendo amplias playas en sus orillas. El lugar de las ruinas se encuentra aproximadamente por el barranco que corresponde a las plantas de energía de Tabatinga –SEAM—. La invitación fue presentada por el amigo, don Luiz Ataide, reconocido historiador de la ciudad de Tabatinga y asistimos en compañía del historiador leticiano Alejandro Cueva Ramírez, quien estuvo acompañado por sus hijos.
Las estructuras de las construcciones militares levantadas sobre una parte alta fueron cediendo ante la fuerza erosiva del rio Amazonas hasta el punto que provocó su derrumbe, posiblemente hacia el año 1932
La mañana de ese sábado insinuaba otro día de altas temperaturas, así que nos preparamos muy bien para esa visita. En contacto directo con las ruinas observamos en buena cantidad estructuras de paredes y columnas con sus respectivas zapatas, en donde era muy notorio el ladrillo de color blanquecino. Todo lo anterior confirma lo que hasta este momento solamente se conocía a través de la fotografía, es decir, la enorme estructura del fuerte militar de Tabatinga, a unos 35 o 40 metros de la orilla normal del río Amazonas o Solimoes, como se llama en ese sector del Brasil
Por otra parte, entre las ruinas, la arena y los abundantes restos de terra preta se encontraron en buena cantidad botellas, llamando la atención el grosor del vidrio; así mismo, tejas en cerámica y municiones como balas para los antiguos cañones.
Estar en contacto con las ruinas del fuerte militar de Tabatinga se convirtió en un obligado retroceso en el tiempo, para detenernos en la época en que los imperios de España y Portugal disputaban la posesión y control de la región amazónica, siglos XVI, XVII y XVIII.
San Francisco Javier de Tabatinga –Tautinga, según la narración del viajero P. Marcoy—1 , fue fundada por los portugueses en 1766 como expresión del expansionismo logrado en territorios que después reclamaron los españoles sin mayores frutos; en consecuencia era fundamental el control del río Amazonas, así que el lugar ofrecía a los lusitanos una ventajosa posición estratégica, si se tiene en cuenta que en ese sector el río Amazonas es muy angosto y, al estar ubicado en la parte alta del terreno, permitía el control de las embarcaciones que entraban y salían de su “territorialidad”. La palabra Tabatinga es de origen indígena; en la lengua Tupí significa “barro blanco de mucha viscosidad” y en la lengua tupí Guarani “casa pequeña”.
Con respecto a la abundante presencia de terra preta (tierra negra) que observamos, las investigaciones explican que son el resultado de la modificación pedológica, química y mineral de suelos preexistentes a consecuencia de las actividades que desarrollaron las sociedades indígenas que habitaban la cuenca del Amazonas 2, antes de la conquista europea. La terra preta es muy fértil y se explica por su alto contenido en materia orgánica y nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio y calcio.
Las ruinas del fuerte militar de Tabatinga ameritan ser rescatadas y colocadas en un museo, junto con otros documentos históricos como libros que ayuden a ilustrar todo lo relacionado con la historia de las tensiones, conflictos de toda clase, arreglos que conllevaron a definir la actual frontera colombo-brasilera-peruana y su evolución hasta los tiempos actuales, de utilidad para escolares y universitarios, sin descartar la novedad como un atractivo turístico, inclusive con enfoque histórico-investigativo.
Por: Jorge Enrique Picón Acuña.
Especialista en Estudios Amazónicos. U. N.