Bogotá, agosto de 2025 El cáncer urotelial comúnmente conocido como cáncer de vejiga es un tumor maligno que se origina en el epitelio de transición del tracto urinario, siendo la vejiga el sitio más frecuentemente afectado¹. Aunque rara vez ocupa...read more
Bogotá, agosto de 2025 El cáncer urotelial comúnmente conocido como cáncer de vejiga es un tumor maligno que se origina en el epitelio de transición del tracto urinario, siendo la vejiga el sitio más frecuentemente afectado¹. Aunque rara vez ocupa un lugar central en la conversación pública sobre cáncer, esta enfermedad representa una carga clínica, económica y social significativa, especialmente en poblaciones envejecidas con alta prevalencia de comorbilidades, como ocurre en Colombia.
Desde el punto de vista clínico, el cáncer de vejiga suele presentarse inicialmente con sangre en la orina, visible o microscópica. También puede manifestarse con síntomas urinarios como disuria, urgencia o aumento en la frecuencia miccional, y en etapas avanzadas, con dolor pélvico o lumbar². Dado que estos síntomas se confunden fácilmente con infecciones urinarias u otras condiciones benignas, es común que el diagnóstico se retrase.
El cáncer urotelial es una enfermedad silenciosa pero con un alto impacto en la calidad de vida del paciente y en los sistemas de salud. Mejorar su diagnóstico temprano, garantizar el acceso a tratamientos innovadores y fomentar la educación médica continua son pasos fundamentales para enfrentar este reto en Colombia, afirmó el doctor Juan Molina, Gerente Médico de Adium Colombia.
En Colombia, esta enfermedad ocupa el puesto 15 entre los cánceres más frecuentes, con más de 2.100 casos nuevos anuales y cerca de 900 muertes³. Cerca del 90 % de los diagnósticos se presentan en personas mayores de 55 años, y la incidencia es cuatro veces mayor en hombres que en mujeres⁴. Aunque su incidencia puede parecer baja, la carga asociada particularmente en estadios avanzados es considerable.
Entre los factores de riesgo mejor establecidos se encuentra el tabaquismo, responsable de entre el 50 % y el 65 % de los casos. También se incluyen la exposición ocupacional a sustancias químicas como aminas aromáticas, presentes en industrias como la de tintes, caucho, cuero y pintura. Otros factores relevantes son los antecedentes familiares, radioterapia pélvica previa, infecciones urinarias crónicas y ciertas alteraciones genéticas⁴.
Uno de los principales retos en Colombia es el diagnóstico oportuno. La baja sospecha clínica, la limitada disponibilidad de especialistas en ciertas regiones del país y las barreras para acceder a exámenes como la cistoscopia dificultan el diagnóstico en etapas tempranas. Esto afecta directamente el pronóstico: mientras que los tumores superficiales pueden tratarse de manera efectiva con resección transuretral e inmunoterapia intravesical con BCG, los casos más avanzados requieren cistectomía radical y tratamientos sistémicos, con una expectativa de vida mucho más limitada.
El abordaje terapéutico depende del estadio de la enfermedad. En tumores no músculo invasivos, el tratamiento estándar combina cirugía transuretral con inmunoterapia local. En etapas invasivas, la cistectomía radical con o sin quimioterapia neoadyuvante es la estrategia recomendada. Para enfermedad metastásica, se utilizan esquemas de quimioterapia basados en platinos y, en casos seleccionados, inmunoterapia con inhibidores de puntos de control o nuevas terapias dirigidas como los anticuerpos conjugados¹.
Durante el congreso ASCO GU de 2021, el doctor Thomas Powles profesor de cánceres urológicos en la Universidad de Londres y director del Barts Cancer Center en el Reino Unido presentó los resultados de un anticuerpo conjugado con beneficio significativo en supervivencia en pacientes con cáncer de vejiga avanzado previamente tratados. “Es el primer fármaco, más allá de la quimioterapia y la inmunoterapia, que muestra una ventaja significativa en la supervivencia en el carcinoma de vejiga avanzado previamente tratado”, afirmó al cierre de su presentación”5.
A pesar de estos avances, el acceso a tratamientos innovadores sigue siendo un reto. Factores como la cobertura del sistema de salud, los tiempos de aprobación regulatoria, las cargas administrativas y los costos asociados limitan el acceso oportuno a terapias de última generación.
Hablar más del cáncer de vejiga es una necesidad urgente. Su impacto es tangible y, en muchos casos, prevenible o tratable si se detecta a tiempo. Promover el conocimiento sobre signos de alerta, fortalecer la formación médica en sospecha clínica y optimizar las rutas diagnósticas son acciones clave para mejorar su manejo en el país.
El mensaje es claro: ante cualquier signo de alarma, como sangre en la orina o síntomas urinarios persistentes, es fundamental consultar al especialista. La detección temprana mejora el pronóstico clínico y puede reducir significativamente el impacto emocional, funcional y económico tanto para los pacientes como para el sistema de salud.
Referencias
Bladder Cancer - StatPearls - NCBI Bookshelf
Bladder cancer - Symptoms and causes - Mayo Clinic
Cancer Tomorrow
Epidemiology of Bladder Cancer - PMC
Anguie González Rojas
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