Social Tabatinga Leticia Iquitos - TALEOI.COM

En Colombia un dicho muy popular es: La justicia es para los de ruanas. Lo anterior para referirnos al caso Sergio Fajardo(el narciso), a propósito de la imputación que le hiciera la Fiscalía General de la Nación. La realidad no entiendo a muchos políticos, incluidos partidos y personajes de la vida pública nacional, cuando hoy a los cuatro vientos, con bombos y platillos salen en defensa del tibio FAJARDO. Eternamente, la oposición y otros tantos sectores independientes han alardeado persistentemente sobre qué, la justicia no opera frente a los prominentes hechos de corrupción y que nunca toca a los poderosos o a los verdaderos artífices. Pero cuando a medias al menos trata de atacar ese flagelo, voces enardecidas se interponen a efectos de que ella no cumpla su papel. Que hironia, que tal despropósito. Dejen que la justicia haga su papel y al final si el presunto sindicado es culpable o inocente, la respectiva sentencia asi lo decretará. Porque tan apresuradamente se lanzan a ser prejuzgadores alegres. Debe por algo estar escudriñando la Fiscalía, no va ser de pronto como dijo el eterno Presidente, no será que Sergio estaba cogiendo café. Dejemos de tanta hipocresía política, y más bien, reitero dejen que justicia haga su papel y eso sí con pruebas y argumentos, sentencie en favor o en contra. A propósito de que la justicia en Colombia es para los de ruanas, es este caso, el de FAJARDO, un caso que hoy aterra a muchos, cuando en realidad, se dice infinidad de veces que los peces gordos nunca caen. Y pez gordo es FAJARDO, el cual en anteriores ocasiones en materia de investigaciónes, la justicia lo ha tocado tangencialmente, mejor dicho lo ha tratado con benevolencia. Como no hacerlo, pues es él, un integró representante y evidente espécimen de la élite del capitalismo colombiano, representado en el GEA - Grupo Empresarial Antioqueño-. En síntesis, FAJARDO es un estafeta y peón e ese grupo de empresarios y a los cuales el les rinde cuentas y honor y por supuesto fiel obediencia. Los delitos o hechos indebidos se cometen por acción u omisión. FAJARDO, en su entrañable narcisismo ha dicho, yo pongo la cara, yo respondo por mis actos, aquí estoy y seguiré respondiendo. Como quien dice, yo soy yo, y aunque agradeció los apoyos que le han dado, en el fondo poco eso le importa, porque el se cree transparente a lo sumo e impoluto a todo dar, se cree el faro moral de Colombia, que en las noches oscura alumbra el triste amanecer de los colombianos. Read less