¿Qué tan colombiana es la salchipapa?
Este grasoso y delicioso manjar tendrá su festival en todas las ciudades de Colombia desde el 25 de febrero al 7 de marzo de este año.
No hay olor más representativo que el de una papa recién sacada del aceite hirviendo. Aunque, si lo comparamos con el de una salchicha también frita en aceite, lista para echarle un mordisco pequeño con el que salpicaría el vapor y su jugo por todas las paredes de la boca, el olor de la papa se complementaría a la perfección. Juntar esos dos placeres sensoriales y sumarles una, dos y hasta tres capas de salsas de todos los colores, se convirtió en un plato típico de comida rápida que podríamos decir por su popularidad que se originó en las calles de Colombia.
La salchipapa, se puede encontrar en cada esquina de las ciudades del país bien sea por carritos de la calle o cadenas enteras dedicadas a fabricar cada una su versión. Su nombre –magnífico en su sencillez– imita su preparación, que consiste solamente en juntar estos ingredientes, sin complicación alguna.
Pero, así lo podamos encontrar en cualquier rincón de nuestro país, ¿qué tan colombiana puede ser la salchipapa?
Un poco de historia
Al buscar ‘salchipapa’ en el buscador suelen salir una gran variedad de artículos con titulares similares a “el plato más representativo de la comida rápida peruana”, o “boliviana” o “ecuatoriana”. O sea que por acá no fue… necesariamente. Se dice poco del origen de esta mezcla que está presente en la mayoría de países de Latinoamérica y todas reclaman este platillo como propio.
En Bolivia se cree que su origen empezó en los años setenta, como una opción poco costosa para las personas que quisieran una comida rápida en las calles paceñas mientras caminaban.
En Ecuador recrean la original, la de salchicha, pero con el tiempo se ha ido transformando más hacia la “Papipollo”, que vendría siendo el mismo principio pero en vez de salchicha, pollo broaster con papa frita y salsas.
En Perú, le tienen hasta un día conmemorativo desde hace 10 años aproximadamente, celebrado el tercer domingo de noviembre en el que se prepara la salchipapa con las más originales variaciones. Ya no solo trae salchicha, papa y salsa, sino plátano, pollo, jamón, huevos y más carnes si es posible y son famosos en los típicos “huariques” o corrientazos peruanos.
Acá, lo podemos ver en casi todas las esquinas. Incluso existe una de las más grandes del país, en un lugar barranquillero llamado La Marimonda del mono, con una sachipapa de hasta 24 porciones con butifarra, chorizo, carne, pollo, tocineta, además de la tradicional salchicha y las papas fritas.
Lo que sí es claro es el amor que le tienen los latinoamericanos a este plato que, a pesar de no tener un origen o país de procedencia evidente, es acogido por todos los países con sus diferentes adaptaciones y celebraciones.
El Salchipapa Fest Recargado
De hecho, este 25 de febrero, se llevará a cabo el SalchipapaFest Recargado, un festival dedicado a escoger la mejor salchipapa del país. Esta es la segunda versión del festival, durará hasta el 7 de marzo y contará con la modalidad presencial y a domicilio.
Es un festival creado por Festivales Gastronómicos, un grupo de entusiastas de la comida que, con festivales en pro de la activación de la economía, ha logrado grandes estadísticas en el sector gastronómico en el país. En su primera versión el Salchipapa festival logró grandes estadísticas, participaron más de 125 restaurantes, más de 250.000 platos vendidos, más de 6.250.000.000 en ventas generando empleo en la pandemia.
Según Mauricio Pedroza, uno de sus gestores, en este festival los restaurantes participantes ofrecerán sus mejores recetas de salchipapa y los comensales podrán disfrutar de este delicioso plato de 1.000 gr. mínimo por solo $30.000 pesos. También habrá premios para los votantes.
Actualmente, todavía se están inscribiendo los restaurantes participantes desde todas las ciudades del país, para que el público asistente pueda escoger el Top 5 de las mejores salchipapas de toda Colombia.
De esta forma, la salchipapa en Colombia se ha convertido también en un platillo que, a pesar de tener tantas variaciones en toda Latinoamérica, no deja de sorprender los paladares de los colombianos.