Si no fuera por la ayuda de perros lazarillos, una aplicación creada para la población invidente con sistema de ubicación satelital y la poca ayuda que reciben de parte de usuarios y funcionarios, la movilización en el servicio de transporte de la capital seria casi imposible para la población invidente.

La falta de cultura ciudadana también se convierte en un obstáculo, ya que la mayoría no colabora mucho, se colan en las filas y se empujan en los tumultos, estos comportamientos también dificultan la movilidad de estos pasajeros.

El drama para esta población no solo se da en los buses articulados, si no que también en los alimentadores donde es mas difícil ya que las puertas de estos buses son mucho mas angostas.

por: Andres Bohorquez / Leticia Hoy