Cinco pasos imprescindibles para crear una contraseña robusta y segura
El Día Mundial de la Contraseña se conmemora cada año el primer jueves del mes de mayo y es una fecha perfecta para recordar la importancia de las claves que se crean para los servicios online. En 2019, el Centro Nacional de CiberSeguridad de Reino Unido (NCSC) desvelaba que 23 millones de personas a nivel mundial utilizaban la contraseña “123456”, lo cual señala que aún son muchos los que no son conscientes del peligro que esto implica.
Check Point® Software Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), un proveedor líder especializado en ciberseguridad a nivel mundial, quiere alertar sobre los peligros que suponen los muchos fallos que cometen los usuarios a la hora de crear y gestionar las contraseñas en las diferentes aplicaciones y herramientas que utilizan en el día a día. Una equivocación en la configuración de una de estas claves puede suponer no solo el robo de información personal, como el correo electrónico o sufrir un hurto económico, sino que también puede conllevar un acceso a la red corporativa y un daño significativo a nivel empresarial.
Ante esta situación, Check Point Software quiere señalar todas aquellas buenas prácticas que se deben aplicar a la hora de crear una contraseña segura y robusta:
1. En la combinación de caracteres está el secreto: usar palabras que están en el diccionario o que tengan relación con la vida personal del usuario es una práctica muy común. Pero esta costumbre pone en serio peligro la privacidad de los diferentes servicios a los que se accede cada día porque la clave en cuestión va a ser muy sencilla de averiguar para un ciberdelincuente. Para evitarlo, hay que usar siempre contraseñas que combinen números, letras y símbolos diferentes para cada plataforma.
2. Una contraseña diferente para cada cosa: son tantas las aplicaciones o servicios que los usuarios deben gestionar hoy en día que la tentación de usar una única contraseña para todos es grande. Aun así, es fundamental tener una distinta para cada servicio. Igual que no tenemos la misma llave para abrir nuestra casa, la oficina o el coche, usar una única contraseña es facilitar que puedan “abrir” toda nuestra vida digital. Es cierto que puede ser tedioso y complicado recordarlas todas, así que, para facilitar la tarea, se puede emplear un gestor de contraseñas, que permiten tanto administrar como generar diferentes combinaciones de acceso robustas para cada servicio y que el usuario sólo tenga que memorizar una clave maestra.
3. Cuanto más largas, más fuertes: es cierto que cuanto más extensa sea una combinación, más difícil será de recordar. Pero es la única forma de mantenerla a salvo. La longitud de una contraseña es una cualidad determinante. Se deben utilizar 8 dígitos como mínimo e incluir símbolos y letras para añadir robustez y un mayor nivel de seguridad.
4. Realizar cambios con regularidad: es cierto que la imaginación tiene sus límites, porque crear una contraseña diferente para cada aplicación es complicado y si, además, hay que cambiarla con regularidad puede parecer una misión casi imposible. Para lograrlo, la mejor técnica es utilizar un mismo patrón de base e ir añadiendo diferentes combinaciones a partir de ese. De esta manera, será más sencillo de recordar y más fácil para llevar a cabo los cambios con periodicidad.
5. El doble factor de autenticación como mejor amigo: a pesar de tomar todas las medidas anteriores, los ciberdelincuentes evolucionan a una velocidad cada vez más rápida y cuentan con técnicas que pueden llegar a traspasar todas esas protecciones. Por ello, para contar con una contraseña robusta y segura es imprescindible implementar un doble factor de autenticación. De esta manera, cada vez que algún atacante o persona no autorizada quiera acceder a una cuenta ajena el usuario dueño de esta recibirá un mensaje en su móvil para dar acceso.
“Los ciberdelincuentes crean cada día nuevas formas y ciberataques destinados a robar las contraseñas de cientos de usuarios. Técnicas como el phishing han logrado vulnerar miles de servicios a través del hurto de credenciales. Este riesgo puede remediarse fácilmente configurando combinaciones variadas y robustas de 8 caracteres como mínimo, que intercalen letras, símbolos y signos de puntuación. Si a esto le sumamos un doble factor de autenticación haremos nuestras claves mucho más fuertes. De esta forma, los cibercriminales tendrán mucho más difícil adueñarse de las combinaciones de acceso y garantizamos el más alto nivel de seguridad en nuestros dispositivos”, destaca Ivonne Pedraza, Territory Manager CCA de Check Point Software.