El senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, anunció su candidatura por la presidencia de Estados Unidos de 2020. La noticia la dio a conocer a través de un correo electrónico a los miembros de su partido y por medio de una entrevista en la radio pública de Vermont. Esta sería la segunda ocasión en la que el demócrata se postula para la Casa Blanca, luego de perder en las primarias contra su homónima Hillary Clinton.

Con 77 años, el autodenominado socialista demócrata se une a un campo abarrotado de candidatos demócratas que buscan enfrentarse al presidente Donald Trump y los republicanos en 2020. Con su postulación, Sanders hizo un resumen de lo que sería su campaña electoral: "Y lo que prometo hacer es, al recorrer el país, tomar los valores de los que todos en Vermont estamos orgullosos: una creencia en la justicia, en la comunidad, en la política de base, en las reuniones de la ciudad, eso es lo que voy a llevar a todo este país” comentó el candidato cuya campaña presidencial de 2016 ayudó a dinamizar el movimiento progresista y reformó al Partido Demócrata.

"Juntos, tú y yo y nuestra campaña de 2016 comenzamos la revolución política. Ahora es el momento de completar esa revolución e implementar la visión por la que luchamos", fue el mensaje que incluyó en el correo para invitar a los miembros de su partido a unirse a su causa. En este mismo e-mail se pronunció sobre Trump calificándolo de “vergüenza nacional y un mentiroso patológico, el presidente más peligroso de la historia moderna de Estados Unidos".

Las políticas progresivas que Sanders ayudaron a popularizar en 2016 fueron, un sistema de salud para todos, un salario mínimo federal de US$15 por hora, una universidad sin costo de matrícula y demandas para combatir el cambio climático de manera más agresiva, e imponer impuestos a los ricos a una tasa más alta. Estas ideas han sido ampliamente aceptadas por otros candidatos presidenciales.

"Hace tres años, durante nuestra campaña de 2016, cuando presentamos nuestra agenda progresiva, nos dijeron que nuestras ideas eran 'radicales' y 'extremas'", comentó Sanders. “Bueno, tres años han pasado y como resultado, millones de estadounidenses se levantan y contraatacan. Todas estas políticas y más ahora cuentan con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos”.

En esta ocasión, la representación demócrata cuenta con varios candidatos. Sanders se enfrenta a un escrutinio entre colegas y aliados, incluida la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, su mejor amiga en el Congreso. Los senadores Kamala Harris de California, Cory Booker de Nueva Jersey, Kirsten Gillibrand de Nueva York y Amy Klobuchar de Minnesota ingresaron a la carrera, al igual que contendientes de bajo perfil, entre ellos el ex alcalde de San Antonio y el secretario federal de vivienda, Julián Castro y Pete Buttigieg, el joven alcalde de South Bend, Indiana.

Ningún candidato entrará en la carrera con tantas ventajas integradas como Sanders, quien terminó la primaria de 2016 con más de 13 millones de votos y casi US$230 millones recaudados, en gran parte, a través de pequeñas donaciones. Ahora comienza una segunda carrera no como un forastero político sino como un candidato de primer nivel con reconocimiento de nombre casi universal.

Sanders no reveló de inmediato los detalles sobre cuándo y dónde celebraría su primer mitin de campaña. Se esperaba que la fase inicial de su campaña en 2020 se centre en reunir el apoyo de un millón de votantes, un esfuerzo que describe en el correo electrónico.