31 Años después y aún no los olvidamos
Ese accidente era el primero, de esa magnitud, que se presentaba en el área.
Dos años atrás, un avión “Bandeirante” de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña), con veintidós personas a bordo y debido a una tempestad reinante ese día en la zona, se estrelló contra una antena de radio de una emisora local.
Como bombero voluntario en aquella época, también participé en ese rescate.
Allí también perecieron todos los ocupantes de la aeronave.
La única sobreviviente de esa tragedia, fue una gran tortuga.
En el periódico El Espacio del día 26 de julio de 1.985 y en su columna “De Lunes a Viernes”, apareció un escrito respecto al accidente.
Allí decía: Tragedia Aérea “La del miércoles fue una tragedia anunciada, como la muerte de Santiago Nassar.
Inmediatamente comenzaron a implementarse las medidas para conjurar la emergencia aérea ocasionada por el paro de pilotos de la empresa Avianca, el gobierno nacional inició un maratónico puente con los aviones de Satena y la Fuerza Aérea, tendientes a no dejar paralizar el país.
Los colombianos expresamos nuestro temor por lo que pudiera pasar, ya que conocíamos el estado de los aviones de ésa empresa estatal.
El Espacio tituló el martes, un día antes del siniestro, “Agárrese, rece y cierre los ojos”, escrito que apuntaba a señalar el peligro latente y el miedo real de las gentes a encaramarse en dichos aviones.
Sin embargo, los pasajeros urgidos de llegar a sus sitios de destino, terminaron subiéndose a esos viejos aviones, algunos de los cuales como el accidentado, pertenecían a la mafia de las drogas y se encontraban en la Fuerza Aérea porque habían sido decomisados por las autoridades que luchan contra el narcotráfico” (Sic).
FACSIMIL DEL COMENTARIO PUBLICADO POR EL PERIODICO EL ESPACIO EL DIA 23 DE JULIO DE 1985.
(Apartes tomados del libro de mi autoría llamado “La Masacre del FAC-902” sobre el accidente aéreo ocurrido en la selva amazónica en julio 24 de 1985)
Carlos Javier Londoño O.