Apasiónate por la vida…una invitación de la Policía Nacional para que te ames.

La Policía Nacional Amazonas promueve desde su personal acciones que permitan prevenir y evitar el suicidio.

El suicidio no se puede predecir, pero existen señales que nos pueden ayudar a actuar para evitarlo.

Leticia – Amazonas

El suicidio se ha convertido en un problema de salud pública que requiere atención. Su prevención y control no es tarea fácil porque dependen de múltiples causas. Las personas que presentan conductas autoagresivas ven el suicidio como la única forma de resolver sus problemas y eliminar el sufrimiento. Prevenir la conducta del suicida comprende la intervención sobre factores de riesgo, individuales, familiares, sociales, culturales, económicos, laborales, escolares, entre otros.

Predecir el suicidio es difícil, pero se ha encontrado en una gran proporción de autoagresores la emisión de señales de advertencia claras sobre intenciones en las semanas o meses anteriores a su muerte; estos no son llamados de atención inofensivos, sino importantes súplicas de ayuda que se deben considerar con seriedad.

A continuación se enuncian algunas de las que han sido consideradas las principales señales:

- El aislamiento y no poder relacionarse con amigos y compañeros.
- Hablar acerca de sentirse solo y asilado.
- Expresar sentimientos de fracaso, inutilidad, desesperanza o minusvalía.
- Hablar constantemente de problemas para los cuales parece no haber solución.
- Expresar sentimientos de cansancio y agotamiento.
- Hablar de asuntos personales que necesitan arreglarse o poner en orden
- Irritabilidad, nerviosismo o mal humos, depresión, tensión o ansiedad, pérdida de energía para emprender tareas, manifestación de deseos de morir.

Cuando ocurren estos cambios en el comportamiento de una persona, es necesario hacerle algunas preguntas donde se pueda indagar si existen ideas definidas o un plan de acerca cómo suicidarse.

Para evaluar el nivel de riesgo, es fundamental investigar la naturaleza de sus ideas y el alcance de la planificación. Las respuestas a preguntarse cómo, cuándo, dónde y por qué, pueden dar una indicación de qué tan organizado está el plan suicida y si la persona siente cualquier ambivalencia hacia la muerte.
Así mismo, hay que indagar si la persona ha tendido alguna situación que pueda aumentar el riesgo de cometer el suicidio.
Perdida reciente de una relación cercana o muerte de un ser querido.
Un cambio o quejas frecuentes de su estado de salud.
Una historia de conducta suicida o historia de intentos suicidas de la familia.
Mayor abuso en el consumo de licor u otras drogas.
Depresión actual.
Organización de un plan para quitarse la vida.

Fuente / Ministerio de Defensa Nacional Policía Nacional, Oficina de Comunicaciones Estratégicas- Departamento de Policía Amazonas.