En una emotiva ceremonia, la Fuerza Aérea Colombiana en conjunto y coordinación con el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Policía Nacional y la Gobernación del Amazonas celebraron el octogésimo tercer aniversario de la Batalla de Tarapacá, rindiendo homenaje a los héroes de la aviación militar colombiana, quienes por medio de valerosos actos de honor lograron el 14 de febrero de 1933 ganar la Batalla de Tarapacá en el marco del conflicto con el Perú, permitiendo así devolver la Amazonía como parte del territorio Colombiano.

La jornada que logró reunir a más de 600 habitantes del corregimiento del Amazonas, fue posible gracias al apoyo y compromiso de decenas personas e instituciones que participaron con el único propósito de celebrar esta importante fecha con la comunidad de Tarapacá.

La logística de las actividades realizadas en el marco del aniversario No 83 de la Batalla de Tarapacá, inició semanas atrás con la coordinación liderada por La Fuerza Aérea Colombiana, desde el embellecimiento del monumento histórico en honor a los aviadores militares que participaron en los combates, hasta la planeación de las pasadas aéreas de las imponentes aeronaves tipo A-29 Súper Tucano que adornarían desde el cielo amazonense los actos militares.

En la madrugada del pasado 14 de Febrero, inició la maratónica jornada de traslado del personal militar, civil y del material necesario para el evento desde la ciudad de Leticia hacia el corregimiento de Tarapacá. A bordo de las aeronaves tipo Caravan C-208 y Casa C-212 del Grupo Aéreo del Amazonas, se transportó a 100 personas de las Fuerzas Armadas, periodistas de los medios de comunicación de la región, funcionarios de las Gobernación y Alcaldía de Leticia.

Con la llegada de las principales autoridades militares y civiles al corregimiento, se inició la conmemoración de este histórico día con una significativa ofrenda floral al monumento de los Héroes de la Aviación Militar Colombiana liderada por el señor Coronel Julián Fernando Gómez Lince, comandante del Grupo Aéreo del Amazonas, quien en un alentador discurso resaltó el carácter y la valentía de los pilotos que dieron lo mejor de sí para sobrevolar con sus aviones la selva y los ríos del Amazonía para la protección de la soberanía del territorio nacional.

Posteriormente se llevó a cabo un desfile militar por las principales calles de Tarapacá, en el que participaron oficiales, suboficiales y soldados de la Brigada No 26 del Ejército Nacional, Comando Guardacostas del Amazonas, Grupo Aéreo del Amazonas, la Policía del Departamento del Amazonas y Ejército de Brasil, acompañados por la banda de paz de la escuela del corregimiento.

El desplazamiento del dispositivo militar finalizó en el coliseo deportivo del corregimiento, espacio donde el señor Manuel Antonio Carebilla, Gobernador del Departamento del Amazonas, agradeció y exaltó el apoyo que las Fuerzas Armadas prestan permanentemente a la comunidad de Tarapacá, garantizando así a la seguridad y desarrollo de la región.

De igual forma, la máxima autoridad del departamento otorgó el reconocimiento Victoria Regia- Cruz dorada al señor Coronel Julián Fernando Gómez Lince, como reconocimiento al compromiso e invaluable labor realizada por el comandante del Grupo Aéreo del Amazonas a través de las diferentes operaciones aéreas que han contribuido al progreso y bienestar de la comunidad tarapaqueña.

El Grupo Aéreo del Amazonas rinde un sentido homenaje al celebrar la conmemoración de la Batalla de Tarapacá, con el propósito de revivir la historia y agradecer a los héroes del conflicto Colombo Peruano el camino que forjaron no sólo para la recuperación del territorio amazónico, sino también para el fortalecimiento de la aviación militar y los primeros inicios de la Fuerza Aérea Colombiana.

Tarapacá hace 83 años

La Fiebre por la explotación del árbol de caucho en la selva amazónica hizo que en 1933 se produjera el conflicto Colombo-Peruano, generado por un grupo de civiles peruanos residentes en la población de Leticia, quienes dominaron a la policía local sin mayor violencia y reemplazaron a las autoridades colombianas.
El suceso sorprendió al gobierno del Perú como al de Colombia, este último protestó por la ocupación, pero el gobierno peruano decidió amparar a los nacionales.

Tarapacá es destacado en el marco del conflicto Colombo - peruano como el asentamiento fronterizo en el que se desató el combate armado entre ambas naciones con la misión de recuperar el territorio que hoy comprende el corregimiento de Tarapacá.

El patriotismo para ese entonces era altísimo y logró unir al país, la aviación militar de ese momento atravesaba una situación sumamente crítica, pero no obstante, la Dirección General de la Aviación Militar conformó lo que se denominó La Flotilla Aérea Unificada del Sur a cargo del Coronel Luis Acevedo Ruiz, que estaba dividida en tres escuadrillas aéreas, bajo el mando del Mayor Herbert Boy, piloto alemán y veterano de la Primera Guerra Mundial.

El presidente Enrique Olaya Herrera le encargó organizar al coronel Boy una Fuerza Aérea para la guerra. Las escuadrillas estaban integradas por lo más distinguido de la aviación colombiana, entre ellos el Capitán Arturo Lema Posada, al Capitán Ernesto Esguerra y al Capitán José Ignacio Forero, pilotos de los Junkers W-33 y Junkers F-13, aeronaves acondicionadas para portar armamento.

A las 10:00 de la mañana del 14 de febrero de 1933, el General Alfredo Vásquez Cobo envió a Tarapacá en una lancha rápida al Teniente Hernández, con un “ultimátum” para el Teniente Gonzalo Díaz, Comandante del destacamento Peruano en Tarapacá para que desalojara estos territorios.

Ese mismo día, aparecieron tres aviones peruanos de ataque tipo Vought Corsair que intentaron bombardear al barco colombiano MC Córdoba, impactándole con un artefacto explosivo; pero luego se lanzaron en retirada al ser interceptados por tres aviones de caza colombianos tipo Curtiss Hawk-II. A las 14 horas del mismo día, una escuadrilla aérea colombiana conformada por tres cazas y cuatro bombarderos, un Junkers K-43, dos Dornier Wall y un Junkers F-13, lanzaron 12 bombas pesadas y 47 livianas sobre las instalaciones peruanas en Tarapacá, muy temprano al día siguiente se inició otro bombardeo aéreo y fluvial sobre las posiciones enemigas, donde posteriormente las tropas colombianas desembarcaron en Tarapacá y no encontraron a las tropas peruanas. El Teniente Díaz, había huido con sus hombres por el rio Cotuhé.

La Fuerza Aérea Colombia rindió homenaje a la labor heroica de Herbert Boy quien alcanzó el grado de Coronel durante la guerra, fue un piloto intrépido en este conflicto, volando en medio de la tempestad y sin desviarse de su ruta para auxiliar a las tropas.