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Cóndores provenientes de Chile ya están en Barú
Cóndores provenientes de Chile ya están en Barú
El Aviario Nacional de Colombia, al rescate del símbolo patrio de Colombia
· La grandeza del cóndor ha llamado la atención desde tiempos inmemoriales
· Los ejemplares forman parte del Programa Nacional de Cría del Cóndor.
Enero 2016. Ya están en el Aviario Nacional de Colombia, en Barú, una pareja de cóndores provenientes de Chile. Pero, ¿por qué se le ha dado tanta importancia a este acontecimiento? ¿Quién es el cóndor de los Andes?
El cóndor ha llamado la atención desde tiempos inmemoriales y por ello, junto a otras aves rapaces, aparece asociado a numerosos mitos y creencias, y representado reiteradamente en cientos de expresiones artísticas, religiosas y militares.
Por vivir en las grandes alturas, por su gran tamaño y especialmente por la majestuosidad de su vuelo, todas las culturas andinas lo veneraron. De ahí que su imagen aparezca en los escudos de varias naciones suramericanas, incluida Colombia, donde representa la soberanía con sus alas desplegadas y pendiendo de su pico una corona de laurel (Laurus nobilis), árbol que desde la antigüedad simboliza la victoria y la nobleza.
Cronistas, investigadores, historiadores y científicos han hecho reseñas sobre el cóndor (nombre derivado del quechua cúntur), como Charles Darwin, Aimé Bonpland y Alexander Von Humboldt.
El cóndor habita a lo largo de la extensión de la cordillera de los Andes, desde la Tierra del Fuego hasta Colombia y los Andes de Mérida en Venezuela y en la Sierra Nevada de Santa Marta, y en su vuelo alcanza hasta 10.000 metros de altura. Su presencia, al igual que la de las demás rapaces, contribuye al mantenimiento del equilibrio biológico en diversos ecosistemas, por lo que en casi todos los países existen leyes tendientes a su protección, al tiempo que se aplican políticas de repoblamiento en aquellas áreas donde se han extinguido o están en peligro.
El cóndor andino en Colombia
En Colombia, se implementó desde el año 2006 el Programa Nacional para la Conservación del Cóndor Andino del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con un horizonte de tiempo de diez años. Dentro del marco de una nueva etapa, la sociedad civil bajo la coordinación e iniciativa de la Asociación Colombiana de Parques Zoológicos, Acuarios y Afines (ACOPAZOA), de la que forma parte el Aviario Nacional de Colombia, se trajeron al país tres parejas de cóndores. Una de ellas ya está en al Aviario, en Barú; otra, en el Zoológico Jaime Duque y una tercera, en el Zoológico de Medellín, sitios en donde comenzará una nueva etapa fundamental para la conservación de la especie. Uno de los principales retos es lograr reproducir los cóndores en cautiverio y hacer una evaluación genética comparativa entre los del sur y los del norte del continente.
Así lo ve el asesor científico del Aviario, César Márquez, quien exalta la gestión realizada, pero cree que aún falta mucho: “Hay una gran expectativa pues ahora se deben hacer pruebas genéticas, para determinar si hay compatibilidad de las poblaciones de cóndores del país, con los ejemplares provenientes de Chile”.
En efecto, la pareja que llegó al Aviario Nacional, en Barú, procede del Centro de Rescate de la Unión de Ornitólogos de Chile, como parte del programa liderado por ACOPAZOA, que tiene dentro de sus objetivos concertar e implementar mecanismos y estrategias de manejo en cautiverio de la especie, conformar parejas y buscar la reproducción y obtención de ejemplares viables para repoblación.
Precisamente, Márquez resalta la importancia de que entidades de carácter privado lideren este tipo de programas porque eso garantiza su continuidad. Este será el caso de los cóndores que están en el Aviario Nacional de Colombia donde contarán con instalaciones y los equipos humano, técnico y científico para su cuidado.
Para lograr este objetivo, el Aviario Nacional de Colombia construyó un recinto muy especial de más de 400 metros cuadrados, en donde esta especie contará con un amplio espacio, cavidades rocosas con distintas posibilidades para anidar, cascadas de agua y vegetación, que constituyen el hábitat adecuado para el bienestar de los cóndores.
Aunque no existe un censo poblacional completo que indique en realidad cuántos individuos quedan en Colombia, algunos investigadores especulan que en Colombia quedan unos 180 animales, pero Márquez cuestiona esta cifra y prudentemente prefiere no estimar un tamaño de población sin ninguna base científica.
Dentro de las principales amenazas para la especie, Marquez menciona: la invasión y destrucción de su hábitat como los páramos; la caza ilegal (en muchos casos originadas por el conflicto entre pobladores rurales y la especie); el envenenamiento directo e indirecto, como recientemente se ha comprobado, y la dramática disminución de sus fuentes de alimento.
Informacion recomenda / María Teresa Camargo Cerón-
Com. Soc. Periodista