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In Memoriam Olinda María Riveros de Vela
Se sigue desflorando el árbol genealógico de la gente representativa, de la Leticia buena de aquel entonces.
Personajes que por las desinteresadas acciones que realizaron, pasarán a la historia regional como ejemplo para una generación en donde la honestidad, el tesón y la moral no están entre sus preceptos.
Hoy le correspondió el turno y nos abandona de esta tierra la incondicional amiga Olinda María Riveros de Vela, la inolvidable y aguerrida pedagoga quien desde muy joven luchando contra los avatares e inclemencias de esa hermosa manigua se adentró a las poblaciones de La Pedrera y Tarapacá y posteriormente a Leticia a la Escuela Anexa de Niñas a dar lo mejor de sus enseñanzas a esa niñez, que hoy debe estar agradecida por haber sido discípulos de tan meritoria profesora, quien entre otros puestos ocupó también el de Supervisora de Educación Municipal y Diputada Departamental.
Posteriormente perteneció al grupo de Voluntarias “Damas Grises” de La Cruz Roja de Amazonas a la cabeza de doña Elvia de Cano en donde con sus amigas del voluntariado entre las que figuraron: Aminta Filó, Luz Marina de Mejía, Lucia de Montes, Aura Lilia de Álvarez , Charito de Silva, Mirian de Otero, Iracy de Moré, entre otras se desplazaban por los kilómetros, veredas y el rio visitando asentamientos indígenas llevando con entereza y amor, una voz de aliento en medicinas y alimentos a esas personas menos favorecidas.
Mujer luchadora y emprendedora quien desde la muerte trágica de su querido esposo el profesor Pacho Vela, no dio su brazo a torcer para sacar adelante a su familia.
Como te recordamos Olinda cuando en compañía de los Socorristas de la Cruz Roja a mi cargo hacíamos esas tertulias y festivales para recoger fondos para la institución y en donde Tú cual hormiguita arriera trabajabas codo a codo con todos los integrantes.
Tu legado no va a quedar en el olvido más ahora en donde últimamente actuando como la samaritana caritativa estabas pendiente para darle su voz de aliento a cuanto enfermo conocido era remitido de Leticia a la capital del país.
El pueblo te va a extrañar por esas ejemplarizantes enseñanzas que plasmaste en la mente de esa niñez naciente quienes hoy, son mujeres ejemplo de muchos hogares.
Que el Hacedor de Días te tenga a su diestra. Paz en tu tumba.
Carlos javier Londoño O.