Más allá de algún apasionamiento nacionalista historia es historia
LETICIA, CAPITAL DEL DEPARTAMENTO DEL AMAZONAS, 148 AÑOS DE FUNDACIÓN PERUANA, COINCIDIENDO CON UNA DE SUS PEORES CRISIS INSTITUCIONALES, POLÍTICAS, SOCIALES Y AMBIENTALES.
Nota educativa y cultural. Abril 25 de 2015
Más allá de algún apasionamiento nacionalista, la historia es la historia y fueron peruanos los que en el año de 1867 se dieron a la tarea de dar inicio al "ramadón" que albergaría a una comisión de obreros que por instrucciones gubernamentales deberían construir el fuerte militar Ramón Castilla, muy próximo al límite natural con Brasil, la quebrada San Antonio. Aquel 25 de abril de 1867 nació el caserío de San Antonio en cabeza del capitán peruano Benigno Bustamante. Después, se cruzaron los intereses particulares de Manuel Charón, el encargado de dirigir la construcción del fuerte, para imponer el nombre de Leticia, según la tradición peruana, su pretendida enamorada.
Pero, ¿qué es hoy la ciudad de Leticia? Aunque desde el punto de vista político-administrativo, entre 1964, año en el cual recobró por segunda ocasión la categoría de municipio y el 2004, es decir, un lapso de 40 años, el municipio, aunque lentamente, obtuvo logros en materia de urbanismo y servicios públicos. Uno de los logros fue la creación de la empresa Empoleticia, empresa del Municipio y no recuerdo que haya prestado un servicio tan deficiente como el que actualmente brinda la desgastada empresa Empuamazonas. Pero en la última década, 2005-2015, la ciudad en casi todos los indicadores sociales y económicos se descuadernó y aquí los leticianos y amazonenses tenemos que hacer memoria y recordar en manos de quién ha estado el poder político. Y es necesario que los partidos políticos expliquen a la comunidad leticiana y amazónica las responsabilidades en la crisis de nuestro Municipio; la expresión "borrón y cuenta nueva" aquí no cabe y no se puede aceptar, ya es hora que hablemos de responsabilidades políticas.
Una primera lección en el aniversario 148 de la fundación de Leticia: no hay que privatizar servicios tan vitales por la moda neoliberal y peor por la satisfacción de intereses personales, inclusive que cobija a dirigentes políticos de corte nacional y regional.
Por otra parte, hoy es cuestionada aquellas frases de cajón, que Leticia es tierra de paz, o que la vocación económica de Leticia es el turismo o respira aire puro en Leticia. Pongamos los pies sobre la tierra porque la realidad que vivimos los leticianos día a día es otra y lo están percibiendo los turistas. Los agudos problemas sociales en materia de vivienda digna, carencia del líquido vital, desempleo, malla vial, crecimiento de los cinturones de miseria, agravados por la ineficiencia y corrupción administrativa y desde luego por la corrupción electoral, colocan en entredicho nuestra frase de combate "Leticia, tierra de paz" y todas las que usted, por amor a esta tierra quiera colocar. Y este cuestionamiento lo estará haciendo todo el país ante los informes dados a conocer a través de los medios de comunicación televisivo, Caracol y RCN.
Leticia: 148 años de fundación peruana, pero en un mar agitado fuertemente por la inconformidad social ante la indignante y deprimente calidad de vida que estamos viviendo, como consecuencia de la ingobernabilidad, desatención oportuna a las necesidades vitales y corrupción administrativa y electoral.
Hay una tarea superurgente: redireccionar el camino. Cómo empezar: primero nuestra actitud, asumiendo con propiedad nuestro sentido de pertenencia regional y no permitiendo a los gobernantes y voceros de la ciudadanía hacer lo que les venga en gana, es decir, cada leticiano (a) raizal o por adopción debe ser el primer(a) veedor(a) para controlar lo que se proyecta para la ciudad y de manera particular cómo se van a invertir los dineros públicos. Así mismo, sin ser exagerado, se nos agotan las posibilidades de gobernabilidad y nos queda casi que la última oportunidad en seis meses cuando se va a elegir la nueva dirigencia municipal y departamental. Si una vez más se va a elegir con la indignante e inescrupulosa compra de votos, cerremos el negocio y punto. El apoyo a las veedurías ciudadanas es muy importante, e inclusive, ya es hora de crear en Leticia los observatorios sociales como el de educación, salud, vivienda, espacio público y movilidad, entre otros. Como ciudadanos no podemos desentendernos de la vida política, inclusive esa desatención contribuye a la corrupción, a la desidia administrativa. En los centros de educación formal e informal y universitarios se debe introducir como un eje transversal la cultura política, soporte clave para estructurar un capital cultural y político tendiente a construir una sociedad analítica, crítica, propositiva, fundamentada en el imperio de la ética.
Como estudioso de la historia de mi patria chica celebro que estamos aprendiendo nuestra historia a punta de conflictos e inconformidad social; efectivamente, la movilización social del año pasado se llevó a cabo en la fecha del 1 de septiembre que recuerda la toma de Leticia de 1932 que dio inicio al conflicto colombo-peruano; pero, ese día del año 2014 la toma de Leticia fue por los mismos leticianos, anunciando el fin de la paciencia a tanta desidia administrativa. La movilización del 23 de abril no podía ser mejor fecha para que muchas personas empezaran a entender que dos días después, el 25, la ciudad estaba de aniversario. Más que un aniversario de fiesta, los leticianos prefirieron un aniversario combativo, luchador, en las calles, consciente de una realidad social que no se puede tapar con las manos. En este orden de ideas, la próxima fecha histórica de Leticia es el 17 de agosto, el día de la colombianidad, cuando Leticia inició vida colombiana o el día de la fundación colombiana de Leticia. ¿También será conmemorada con otra protesta y movilización social?
Las dos movilizaciones sociales antes referenciadas son un claro mensaje a los actuales gobernantes y a los futuros, en el sentido de que la ciudadanía no aguanta más actos que atenten contra la dignidad del ser humano del leticiano y del amazónico. La ciudadanía empieza a tomar conciencia de lo que proclama la Constitución Política de 1991: el poder soberano radica en el pueblo.
AÚN CREO QUE OTRA LETICIA, DIGNA, EQUITATIVA, EDUCADA E INCLUYENTE, ¡SI ES POSIBLE!
Por: Jorge Enrique Picon Acuña