Desde la Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas expresan el repudio e indignación por el asesinato de seis hermanos indígenas en el Norte del Cauca a manos de comandos armados, en zona rural de los municipios de Suárez y Buenos Aires, el pasado jueves 16 de abril. Tres de los indígenas fueron sacados de sus viviendas en el cabildo Cerro Tijeras, vereda Agua Clara en jurisdicción de Suárez y otras tres en la vereda Agua Bonita, corregimiento Robles, además se reportan otros dos indígenas desaparecidos.

Las autoridades indígenas de la región desconocen la autoría y móviles de estos asesinatos. En la tarde del 16 de abril, se desplazó una comisión de comuneros para determinar cuáles son las circunstancias que rodean estas acciones que nuevamente hacen blanco en la población indígena de esta zona del país.

En Agua Clara fueron retirados de sus viviendas por personas de civil pero fuertemente armadas, los subieron a unas camionetas y a tres kilómetros aparecieron muertos con disparos en la cabeza. Situación similar sucedió en Agua Bonita, donde también fueron tres los comuneros muertos con el mismo procedimiento, allí también se tienen dos comuneros desaparecidos. Hasta ahora no se tiene ninguna información sobre los posibles autores de estos hechos.

Desde la Comisión de Derechos Humanos de los pueblos indígenas, hacemos un llamado urgente para que desde el estado colombiano y sus instituciones se atienda con prontitud esta grave situación, toda vez que se denuncia la presencia de grupos paramilitares, se dice que están amenazando a las comunidades indígenas porque estas se están resistiendo a la minería del oro por personas externas a la región, esto sumado al recrudecimiento del conflicto armado y la vulnerabilidad de los pueblos indígenas de la región.

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