Amigos leticianos: Esta carta la escribí en enero de 2012 dirigida a los recientes gobernador y alcalde elegidos. Con esta elección el pueblo vio cifradas todas sus esperanzas en que las cosas se irían a mejorar, hoy 3 años después Ad -Portas de que estos personajes entreguen su mandato, espero que hagan un balance de como pinta la situación al dia de hoy y tomen los correctivos para las próximas elecciones. (Carlos Javier Londoño)

Señor Gobernador y Alcalde elegidos: como ciudadano conocedor y amante de la región que ustedes van regir, dolido además, por la intransigencia, dejadez, falta de autoridad, corrupción y una cantidad de plagas modernas que se están visualizando con otras con que se ha manejado a nivel gubernamental ésta ciudad, pido a ustedes con el respeto que me merecen y en nombre de los que queriendo denunciar no lo hacen porque tienen vendida su alma al diablo, que esperamos que con la elección que hicieron de ustedes, nos den una voz de aliento , esperanza y ánimos al trabajar por ésta tierra tal como lo predicaron en los lemas de sus campañas como fueron: “Somos pueblo…somos más” y “el camino hacia una Leticia productiva y competitiva”, cosa que en un futuro no muy lejano se avizore el cambio positivo que todos esperamos. Levántenos los ánimos y convoquen a la unión de las personas que votaron por ustedes y de las que no lo hicieron, para que mancomunadamente hagan algo por el bien del departamento y de ésta ciudad sumida en la ingobernabilidad.

Señor gobernador elegido, usted como profesor activo de la región, conocedor de la problemática educativa y de sus factores generativos, que no nos dejan bien librados a nivel nacional, tiene ahí su primer caballito de batalla para comenzar a trabajar, aparte de los otros ítems prometidos durante su campaña como fueron: legalidad justicia y transparencia en la política y ejercicio público, el Amazonas una nueva sociedad, política rural, turística, agrícola y comercial generadora de riqueza y empleo, comunidades indígenas como protagonistas del desarrollo amazónico, y medio ambiente saludable y sostenible entre otros, para que haga de éste entorno un departamento atractivo, no por las algunas mentiras con que se promociona turísticamente esta región, sino porque todo lo que se enuncie sea una realidad visible, palpable y agradable a todo el potencial turístico que nos visita.

Y usted señor Alcalde elegido, como ex miembro de una institución militar de respeto, instruido en la honestidad, lealtad, responsabilidad, autoridad, y el cumplimiento de sus deberes, por favor haga valer en su administración estos principios, sobre todo el de autoridad, para que esta ciudad vuelva a creer en sus gobernantes que el pueblo dejó de hacerlo por la forma tan folclórica como los demás han manejado sus cargos. Esperando además que cumpla, sino con todos, por lo menos con la mayoría de sus 12 compromisos esbozados en su “carta a la ciudadanía” dirigida al pueblo amazonense durante su campaña.

Por favor señores gobernantes elegidos, no se vayan a dejar manipular por los politiqueros de oficio, los asesores eruditos importados y los intocables funcionarios, que casi siempre son los mismos, conocedores de las triquiñuelas para hacer los chanchullos quienes están enquistados en la mayoría las dependencias tanto de la gobernación como de la alcaldía, esperando que llegue “el nuevo patrón” para convertirlo en el “firmón” de oficio en beneficio de sus intereses personales.

Sólo les deseo “buen viento y buena mar” al conducir ese potro en que acaban de montarse y aunque la situación no es fácil, poniéndole todo el empeño, autoridad, voluntad y trabajo honesto, en unión con el pueblo que los eligió y rompiendo los esquemas tradicionales con que se ha manejado la administración, todo les saldrá bien, pasando a la historia regional como “los salvadores” de ésta ciudad que está viviendo una suerte que no merece.

Que Dios y el pueblo amazonense los premien si hacen lo correcto y si no que él y ellos estén pendientes para que les deroguen el mandato y como muchos de sus antecesores, paguen por su incompetencia, incapacidad y burla al pueblo leticiano que los eligió.

Carlos Javier Londoño