Como parte del Proceso de Transformación Institucional, a través de la vocación de sus funcionarios, la Policía Nacional en Amazonas demuestra su compromiso con la niñez en las comunidades indígenas.

"La educación es el camino al éxito”, con estas palabras el Patrullero Diego Orlando Cruz Raquira, un boyacense adscrito a la Subestación de Policía San José del Departamento de Policía Amazonas, al ver que las escuelas ubicadas en las comunidades indígenas de San Juan de los Parente y comunidad Monilla Mena, no contaban con algunos implementos para que los niños y niñas pudieran conseguir sus sueños a través del estudio, se dio a la tarea de realizar las gestiones para mejorar sus condiciones.

La vocación de este funcionario de la Policía Nacional transcendió a lugares donde nunca lo imaginó, tocando puertas y siendo escuchado por diferentes personas, entre ellas la Mayor General en uso de buen retiro Mireya Cordon López, quien junto a su grupo de trabajo, así como la Dirección Nacional de Escuelas, la Policía Fiscal y Aduanera, entre otros, aceptaron apoyar esta travesía por la educación de los niños y niñas en el departamento del Amazonas.

Por río y trocha, a pesar de las dificultades de la selva amazónica, el patrullero Diego Cruz, junto a todo su apoyo llegaron a la comunidad indígena San Juan de los Parente, donde fueron recibidos por los estudiantes de la institución educativa San Juan, a quienes se les brindó un espacio de actividades lúdico-recreativas acompañadas de un delicioso refrigerio, kits escolares (cuadernos, colores, lápices, etc.), pupitres, tableros o pizarras, libros, mesas, sillas, juegos didácticos para facilitar su aprendizaje, escritorios para que los docentes faciliten la enseñanza, entre otros elementos que ayudarán a forjar su futuro y la de sus familias.

Los docentes y padres de familia agradecieron la noble labor que lideró el patrullero de la Policía Diego Orlando Cruz y afirmaron su incondicional apoyo a la institución en estos momentos difíciles que atraviesan, expresando también, con una gran sonrisa, su gratitud por haber recibido este gran apoyo a la niñez en las comunidades indígenas del Amazonas.

La aventura continuó en la comunidad indígena Monilla Mena, ubicada a un poco más de nueve (9) kilómetros del municipio de Leticia, donde los niños y niñas de la institución educativa Toribía del Rio, recibieron los mismos elementos que el anterior colegio, así como las actividades lúdico recreativas para alegrar un poco más el día.

“Muchas gracias a la Policía Nacional y a quienes hicieron posible la entrega de estos elementos a esta comunidad indígena del kilómetro nueve”, manifestó la ‘profe Rosa’ como la llaman cariñosamente sus estudiantes, diciendo “Moenchi”, que en lengua materna significa gracias.

Las dos comunidades indígenas con inmensa gratitud despidieron a ese ángel vestido de verde y a sus acompañantes, quienes llegaron desde distintas partes del país al gran trapecio amazónico para edificar el futuro de niños y niñas, herederos del conocimiento y riquezas de los pueblos indígenas, pueblos que recordarán que un Policía siempre será un amigo en su región.