Sat, 10/12/2013 - 04:02

Crónica 37 Miopía Administrativa

Foto: Cronistas Carlos Javier Londoño
Foto/Cronista/CarlosJavierLondoño

Crónicas leticianas.

“Miopía Administrativa”

Este nuevo siglo, con la llegada de la tecnología, el acelere que nos depara la vida moderna, la calidad de vida que solemos llevar, la variedad de alimentos chatarra que consumimos, entre otros, nos esta llevando a una serie de enfermedades que hacen de nuestro cuerpo su hábitat preferido.

Ya es común hablar de estrés, colon irritable, cáncer en todas partes del cuerpo, enfermedades psicosomáticas generalizadas y, en fin, males de todas las clases para todas las especies.

Pero la enfermedad que mas  extrañeza esta causando  que se está proliferando en todo el territorio colombiano, en especial en el área  gubernamental de las poblaciones lejanas a la capital del país  en donde - los entes fiscalizadores y controladores son escasos o deficientes - es la enfermedad conocida con el nombre de” miopía administrativa”.

Los síntomas se dan especialmente entre los gobernantes  elegidos,  quienes desde el inicio y en el transcurso del ejercicio de sus funciones, se obnubilan ante la problemática de su administración, llámese corrupción, ingobernabilidad, favorecimiento de contratos, problemas comunes de la comunidad y en fin toda esa clase de problemas que hay que corregir, atacar y resolver  para lo cual fueron nombrados

Esta enfermedad los ataca impidiéndoles ver la realidad, primero porque se enclaustran en sus oficinas y no se enteran de lo que esta  pasando a sus alrededores, sobre todo en los entes bajo su control, en donde tienen  lugar   toda clase de artimañas y confabulaciones que atentan contra el presupuesto de la ciudad y, segundo,  por que hay que tener la cabeza despejada cuando se presentan  “cosas” que son mas rentables y producen mas dividendos.

Ellos saben que  los problemas existen, pero les importa muy poco tratar de solucionarlos porque su  misión es otra, como lo es el quedar bien con  los benefactores económicos que le auspiciaron sus campañas y con los cuales, beneficiándolos, se auto favorecen.

En otras palabras es “hacerse el de la vista gorda” durante su gestión sin importar  lo que pase, ya que ellos se aseguran económicamente con lo cual se defienden al dejar la administración; es aquí en donde se efectúa, como por arte de magia, la cura de su miopía, porque desde ese momento ven toda clase de fallas y errores  en la nueva administración , los que  ellos no vieron en la suyas sabiendo de que allí estaban; desde ese momento se convierten en los opositores , detractores y críticos  de sus predecesores, sobre las mismas  falencias en la  que ellos incurrieron y no hicieron nada por corregirlas.

Que buena salida la de nuestros gobernantes, no hacer nada favorecedor al pueblo y, cuando terminan su mandato, salir a despotricar de sus sucesores y de sus acciones para crear la famosa “cortina de humo” que desvíe las investigaciones sobre lo que no hizo o hizo mal.

Esa es la nueva política con que se maneja nuestro país.

Si de pronto salen comprometidos con  alguno de los  delitos comunes de la administración y no conciliaron o  transaron con alguna de las entidades que los investiga, ni se inmutan  porque para eso el es dinero, que como fruto de sus martingalas guardan para defenderse o para pedir una casa por cárcel, desde donde  disfrutan de su bellaquería  y se ríen del pueblo que los eligió.

 

 

Carlos Javier Londoño O.

 

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