En Memoria a Vitamina
Vitamina partió , lo encontraron muerto, solo en su mundo, abandonado a su suerte.
Quisiera saber cuales fueron sus sueños, sus deseos, en quien pensó en sus últimos momentos.
Cuantas lagrimas derramaría queriendo salir de ese mundo maldito de la adicción que lo envolvía y lo llevo a la muerte.
Quisiera saber que aspiraba ser en la vida antes de caer en este flagelo.
Quisiera saber cuantas veces lloró al estar consciente y darse cuenta en el mundo en el que estaba, encadenado y solo .
Vitamina puedo ser un hermano, un padre o un amigo que por cosas de la vida cae en el mundo de la adicción.
¿Que hicimos nosotros sus amigos por ayudarle?
¿Que hicieron las autoridades que deben y tienen la potestad de ayudar en el tratamiento al adicto?
Una muerte más en sus conciencia, “VITAMINA” y así vendrán muchos más porque no hay ayuda en Leticia para esta problemática.
El adicto es un enfermo y nosotros no queremos darnos cuenta. Escribo estas letras porque quizá conozca un poco de ese sentimiento que tuvo “VITAMINA” y sé, lo que es estar encadenado y ser víctima de ese monstruo llamado adicción, sé, lo que es caminar mirando contra el piso con miedo del ojo acusador.
Me toco salir de mi paraíso y buscar ayuda porque allá en Leticia la encontré.
Hasta cuando señores de la Secretaria de Salud, Defensoría del Pueblo, seguiremos encontrando más víctimas como vitamina, muertos y abandonados por negligencia de ustedes, no olviden que todos los adictos e indigentes son personas como tú y yo, tienen derecho a una vida digna.
Daniel Martinez