Salud pública con enfoque intercultural para el Amazonas
Columna escrita en colaboración con Jorge Humberto Guzmán
El Amazonas es noticia en Colombia y el mundo, esta vez no por una amenaza a sus recursos naturales, sino a su población urbana e indígena. El coronavirus ha dejado en evidencia la precariedad en la calidad de vida y salud de quienes viven en esta región.
El Amazonas es noticia en Colombia y el mundo, esta vez no por una amenaza a sus recursos naturales, sino a su población urbana e indígena. El coronavirus ha dejado en evidencia la precariedad en la calidad de vida y salud de quienes viven en esta región.
Leticia es la capital departamental y su población no supera los 42.000 habitantes, pero ya reportó 2 mil casos positivos para covid-19, siendo la ciudad con el mayor número de contagios por millón de habitantes del país. La grave situación que se vive en esta región no solo obedece a la emergencia generada por el coronavirus, sino que tiene un trasfondo político, social e internacional de tiempo atrás.
En Leticia alrededor del 40 por ciento de su población carece de servicios básicos y viven en condiciones de hacinamiento, dificultando el cumplimiento de los requisitos mínimos de confinamiento. Por otro lado, le resulta difícil no verse afectada por los problemas del vecindario, Brasil y Perú son los dos países suramericanos con el mayor número de contagios y se ubican entre los 15 países más afectados en el mundo por la pandemia.
Para contextualizar la magnitud de la situación de esta región fronteriza, al momento de escribir este artículo el Departamento del Amazonas (Colombia), el Estado de Amazonas (Brasil) y la Provincia de Loreto (Perú) sumaban más de 34.708 casos confirmados para covid-19, superando la cifra en Colombia que está en 21.175 (dado la dinámica del contagio los datos deben ser actualizados diariamente). Se hace por tanto indispensable tomar acciones no solo desde un enfoque de salud pública intercultural, sino en materia de política exterior.
El concepto de soberanía tradicional de la presencia militar en las fronteras es insuficiente para el desarrollo de nuestras poblaciones de frontera, se requiere una soberanía social. El aumento del pie de fuerza es importante, pero no es suficiente. Se hace necesario una presencia interinstitucional con enfoque diferencial en el que se diseñen políticas públicas y se ejecuten programas y proyectos de desarrollo socioeconómico, entendiendo las realidades propias del Amazonas que incluya la participación de las autoridades regionales y locales, comerciantes y empresarios, autoridades indígenas y líderes de comunidades étnicas, acompañados de entidades de gobierno nacional.
La emergencia que estamos viviendo es en parte producto de la débil institucionalidad binacional, en la que se evidencia que el mecanismo de comisión de vecindad quedó obsoleto. Se requiere profundizar la institucionalidad binacional con Brasil e incluso tripartita, incluyendo a Perú, mediante el desarrollo de planes con visiones conjuntas, que incluyen fondos binacionales, con robustos presupuestos de inversión. La débil institucionalidad regional es otra causa que impide el tratamiento de una pandemia global sin coordinación interestatal. A esto se suma la falta de liderazgo regional y mundial en nuestros mandatarios. Además de una política exterior más efectiva, se requiere una orientación de la salud pública con enfoque diferencial.
En el Amazonas se debe avanzar en visibilizar la complejidad de la población: indígena, urbana, ribereña, cabocla, mestiza y colona; con el fin de poner en acción el enfoque intercultural que tan ausente ha estado en la coyuntura actual de la pandemia. Las estrategias de comunicación en cuanto a las medidas de prevención, manejo de personas y el distanciamiento social, no se realizaron con mensajes adecuados al contexto sociocultural (contenido, imagen y lengua), dificultando que las personas pudieran tomar las acciones correctas para evitar la propagación del coronavirus, teniendo en cuenta que el compartir es una de las principales características sociales y culturales de esta región.
La situación actual en el Amazonas es una tragedia que esperamos no se replique en otras poblaciones. Hay muchas lecciones que nos deja esta situación, pero es necesario actuar con determinación y evitar la pérdida de vidas de quienes han sido los guardianes de los saberes ancestrales y tradicionales. Las acciones encaminadas desde el gobierno nacional y regional deben de estar enfocadas en garantizar entornos saludables, saneamiento básico y, disminuir los altos niveles de corrupción que en medio de la crisis conllevaron a la intervención del Hospital San Rafael de Leticia, siendo esta la única entidad pública prestadora del servicio de salud para todo el departamento del Amazonas.
Para concluir, esperamos que la reunión de alto nivel entre los gobiernos de Colombia y Brasil es importante, en el que se espera que la conclusión no solo haya sido de aumentar el pie de fuerza, sino implementar una estrategia de salud pública diferencial para atender la pandemia, ojalá con un carácter trinacional. Además de empezar a trabajar en la financiación de grandes proyectos de inversión social, que mejoren la calidad de vida de nuestras poblaciones y comunidades étnicas, a quienes debemos el cuidado de una gran riqueza cultural y ambiental de nuestra nación.
lasillavacia.com