La Policía Metropolitana de Londres confirmó el arresto del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en la embajada ecuatoriana de la capital británica. La captura se produjo después de que Ecuador abandonó el estado de asilo de Assange y lo expulsó de su embajada. Julian no había salido del recinto desde agosto de 2012, temiendo que si abandonaba el terreno diplomático sería arrestado y extraditado a los Estados Unidos por publicar información clasificada sobre asuntos militares y diplomáticos a través de WikiLeaks.

Crédito: Red Medios Digital

La policía dijo que Assange fue detenido "en una orden emitida por el Tribunal de Magistrados de Westminster el 29 de junio de 2012, por no haberse entregado voluntariamente a la justicia". El implicado compareció en una corte de Londres y fue declarado culpable de violar su fianza. La primera ministra británica, Theresa May, se refirió frente al tema expresando que “su arresto demuestra que nadie está por encima de la ley".

A través de su cuenta de Twitter, el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, compartió un video en el que justifica la decisión de retirarle el asilo a Assange “por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia”. El gobierno ecuatoriano había concedido el asilo a Assange en 2012 cuando se enfrentó a acusaciones de delitos sexuales en Suecia. Ese caso fue retirado, pero aún estaba sujeto a arresto debido a su trabajo con WikiLeaks.

De ser llevado a Estados Unidos para enfrentar cargos, podría representar un avance significativo para las investigaciones en curso en el Congreso de los correos electrónicos demócratas que fueron publicados por WikiLeaks en las semanas previas a las elecciones de 2016 y que, según las autoridades de Estados Unidos, fueron hackeadas por Rusia.

WikiLeaks publicó material robado del Comité Nacional Demócrata y del presidente de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, en julio y octubre de 2016. Según las autoridades estadounidenses, la información fue robada por hackers que trabajan para el servicio de inteligencia de Rusia, lo que llevó a WikiLeaks al centro de la discusión sobre el esfuerzo de interferencia y la investigación del abogado especial Robert S. Mueller sobre la posible coordinación entre Rusia y la campaña presidencial del presidente Trump.