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Alto impacto social en el deporte colombiano
Varias pueden ser las formas que ayuden a medir el alto impacto social del deporte. Su fuerza evolutiva no tiene límite, pero basta un aspecto en realidad para entender porqué resulta pilar fundamental de cualquier propósito de transformación: es cuna inagotable de valores.
Uno de los que más orgullo produce y, a su vez, mayor perseverancia demanda, es el de la equidad. Lucha incansable que lidera el Gobierno Nacional y se propaga en Coldeportes para simbolizar a la justicia, que si bien no siempre va de la mano con el resultado, garantiza transparencia.
Como bien lo dijo Ban Ki-moon, el ex Secretario de las Naciones Unidas, “la igualdad para la mujer es progreso para todos”. Y en el deporte, la recreación, la actividad física y el aprovechamiento del tiempo libre, Colombia debe brindar las mismas oportunidades.
De hacerlo, podremos seguir disfrutando de logros históricos. El del Atlético Huila al levantar la Copa Libertadores de América femenina es uno de ellos. Marca un antes y un después al ser el primero, confirma también la evolución de la disciplina, reflejada también en clasificaciones a mundiales de distintas categorías y Juegos Olímpicos, pero sobre todo, compromete a la dirigencia a seguir trabajando en su impulso y promoción.
Otros deportes de conjunto de igual manera realzan el valor de la palabra proceso en las mujeres. El baloncesto, por ejemplo, que acaba de colgarse los oros en los Bolivarianos de Santa Marta 2017 y los Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, y ni hablar del rugby femenino que alcanzó la clasificación histórica a Rio 2016, al igual que la pareja de nado sincronizado.
Otros deportes de conjunto de igual manera realzan el valor de la palabra proceso en las mujeres. El baloncesto, por ejemplo, que acaba de colgarse los oros en los Bolivarianos de Santa Marta 2017 y los Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, y ni hablar del rugby femenino que alcanzó la clasificación histórica a Rio 2016, al igual que la pareja de nado sincronizado.
Su espacio, literalmente, se lo han ganado con honores. Y aunque resultados sobran para comprobarlo, una cifra es diciente: en el programa de Atleta Excelencia, donde se reconoce a los deportistas sobresalientes del país con beneficios en lo técnico, médico, social y económico, de los 388 beneficiados, 186 son mujeres.
Todavía hay mucho por hacer, pero en la medida en que contemos con un deporte equitativo, la recreación para todos y la actividad física sin distingo de género, estaremos trazando las bases de una sociedad más justa y, por supuesto, mejor.
Ernesto Lucena Barrero - Director de Coldeportes