Con una inversión superior a los $215 millones por parte de la Unidad para las Víctimas, 16 comunidades étnicas avanzan en ruta de reparación colectiva, en cumplimiento del Decreto Ley 4633 de 2011, que dicta las medidas para su reparación integral y de restitución de derechos territoriales.
Amazonas, 6 de noviembre de 2018.
La Unidad para las Víctimas avanza en la ruta de reparación colectiva para reparar los daños y afectaciones que sufrieron los pueblos indígenas en el marco del conflicto armado en el Amazonas.
Con 16 sujetos colectivos étnicos; notificados el 3 de agosto de 2018, este departamento ha contado con una inversión superior a los $215 millones por parte de la Unidad para las Víctimas para iniciar estos procesos en lo corrido del año.
Según información aportada por los gobiernos indígenas del departamento, en el Amazonas, el territorio se divide en tres grandes complejos culturales: los pueblos con sus respectivos clanes que se identifican bajo la divinidad del yurupari (tanimuca, yucuna, cubeo, macuna, macuje, yujup, caviyari, bara, barazano, yauna, letuama, matapi, jeruriwa); los hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce (murui, muina, bora, muinane, ocaina, miraña, nonuya, andoque, okaina, roziro) y la gente de tabaco y agua (omaguas, ticuna, yaguas y cocama).
Estos han sido acompañados institucionalmente en tres ejes territoriales y los sujetos de reparación colectiva en cada uno de ellos, son:
Carlos Arturo Pardo Alezones, director territorial para Meta y Llanos orientales de la Unidad, manifestó que: “nuestro propósito es llevar a cabo una estrategia de fortalecimiento de los sujetos colectivos, en sus habilidades políticas y ciudadanas; y finalmente, desarrollar una estrategia de movilización institucional o gestión de oferta para atender los requerimientos de estos territorios en salud, educación, alimentación, entre otros”.
“Todo este ejercicio se ejecuta en articulación con las Asociaciones de Autoridades Tradicionales Indígenas (AATIS), comunidades étnicas asentadas en estos territorios y las entidades que integran el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, en un proceso de diálogo permanente y disciplinado que les permita efectivamente a estas comunidades ser reparadas por los daños causados por la violencia y que puedan de esta manera continuar con sus formas tradicionales de vida”, resaltó el funcionario.