En el sur de Colombia existe un lugar llamado Mirití Paraná, un territorio ubicado en lo profundo de la Amazonía, cuyas características geográficas generan un difícil acceso a los diferentes entes institucionales.

En un hecho sin precedentes, este inhóspito lugar recibió en sus entrañas por primera vez a dos aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana, un C-295 y al poderoso C-208 Caraván del Grupo Aéreo del Amazonas, cuyo rugir de tan excepcional motor logró conectar y armonizar con los sonidos propios de este paraíso terrenal.

La aeronave C-295 aterrizó en Mirití Paraná con personal de la Agrupación de Comandos de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Colombiana, ACOEA, y posteriormente lo hizo la Teniente María Camila Zuluága Díaz, Piloto del C-208 Caraván, siendo este grupo de guerreros arpía los artífices de aquella primera página de la Institución Aérea con esta región de la Patria, dando cumplimiento a una misión de control jurisdiccional consolidando con estas acciones el ejercer soberanía y garantizar la seguridad de las personas que habitan esta región.

Una vez más, la Fuerza Aérea Colombiana demuestra su compromiso infalible por el cumplimiento de su deber institucional; despliega sus alas hasta aquellos lugares recónditos que guardan la magia suficiente para vivir y construir la historia de la Nación.

Así se va a las Alturas