Esta es la situación que cada año se presenta en la región por parte de personas inescrupulosas que al margen de la ley desobedecen la orden de acatar la veda que prohíbe la pesca del Pirarucú, una de las especies más protegidas en el Amazonas pues es el segundo pez de agua dulce más grande del mundo después del esturión beluga, llegando a pesar 250 kgs y superando los 3 mts de longitud.

Estos peces se trasladan cada año a aguas poco profundas debido a que sus branquias no absorben el suficiente oxigeno, haciéndose vulnerables a los pescadores que están al acecho.

Otro dato relevante es que esta especie entre los meses de  febrero y abril pone sus huevos cuando los niveles de agua están bajos para lo cual hace un nido de unos 50 cms de ancho por 15 de profundidad generalmente en aguas arenosas. Ya en los meses de mayo a agosto los huevos eclosionan.

Corresponsal Leticiahoy/Leticia