La señorita patrullera tenía bajo su responsabilidad cinco auxiliares bachilleres

Con machetes y cuchillos un grupo de adolescentes atacaron a la uniformada y sus auxiliares

Leticia –Amazonas. – En momentos en que la joven patrullera, adscrita al Departamento de Policía Amazonas culminaba su servicio de apoyo, a un evento de carácter deportivo en el barrio Gaitán de la capitál amazonense, al cual había asistido con un grupo de cinco jóvenes auxiliares bachilleres para garantizar la seguridad y normal desarrollo del evento; fue alertada sobre la presencia de un grupo de adolescentes que armados con piedras, pretendían fomentar riñas con otro grupo de jóvenes que hacían presencia en el sector.

La señorita patrullera, en compañía de su grupo de auxiliares bachilleres, procedió a requerir a los adolescentes para un procedimiento de requisa, ante lo cual emprendieron la huida, para ingresar a una vivienda aledaña de donde segundos después, salieron armados con machetes y cuchillos para arremeter con determinación contra el grupo de uniformados.

La superioridad numérica de los agresores instó a la joven mujer policía a tomar posición al frente de sus auxiliares bachilleres, para de forma firme alertar al “líder” del grupo de agresores a que soltara las armas (cuchillo y machete), hecho que fue ignorado por el enardecido adolescente, quien por el contrario arreció su ataque lazándose contra la patrullera, situación que conllevó a que la profesional de policía desenfundara su arma de fuego de dotación de la Policía Nacional, y en el marco de la Constitución y la ley la accionara, propinando un certero impacto en una de las piernas de su atacante, con lo cual logró cesar la agresión, detener el resto de jóvenes que seguían a su “líder” y de ésta forma controlar la situación.

La determinación y valentía de la joven mujer policía, al igual que su profesionalismo y arrojo, evitó que su disparo fuera letal y por el contrario causó el mínimo daño en la humanidad de violento joven, quien fue atendido en urgencias y dado de alta horas después, para ser judicializado por violencia contra funcionario público.

Un sentido claro de la responsabilidad de la labor policial, cambiando con un buen entrenamiento y una actitud firme, evitó que el resto de los vándalos continuaran la agresión, lo cual consecuentemente condujo a que no se presentaran hechos trágicos o lamentables tanto en el personal de la institución que atendía el caso, como en los jóvenes que promovieron el inusitado ataque.

El agresor de tan solo 15 años de edad, al momento de los hechos contaba con medida de libertad asistida, y registra en su contra otros tres procesos judiciales por los delitos de hurto y lesiones personales. En audiencia pública le fue dictada medida de libertad bajo juramento en su lugar de residencia, con el compromiso y responsabilidad de su señora madre.

En menos de una semana, es el segundo caso de circunstancias similares, donde la irresponsabilidad de los padres de familia, evidencia las consecuencias de esta conducta en el seno de las familias leticianas, que lamentablemente cada vez cobra mas fuerza.