ICBF restablece atención habitual a los niños de la primera infancia en sus sedes de Mocoa

Mocoa, 17 de abril de 2017. El instituto Colombiano de Bienestar Familiar reinició hoy las actividades para la atención de los niños entre 0 y 5 años en las sedes de la entidad que funcionaban antes de la tragedia ocurrida la noche del 31 de marzo.

Con la medida quedaron habilitados los servicios en seis Centros de Desarrollo Infantil del municipio, los cuales tienen capacidad para atender a 494 niños; siete Hogares Comunitarios, a los que asisten diariamente 91 niños, y los servicios de la modalidad familiar que cubren a 771 beneficiarios, entre ellos niños, mujeres gestantes y madres en período de lactancia.

“Hoy queremos invitar a todos los papás y las mamás para que regresen con sus niños a las instalaciones donde les hemos prestado siempre los servicios para la primera infancia”, dijo la Directora General. “En los CDI seguiremos garantizándoles el 100% de los requerimientos nutricionales de los niños hasta que superemos esta coyuntura y tendrán todo el cuidado y el amor que necesitan para seguir adelante con su vida”, agregó.

Plazas Michelsen señaló que en el transcurso de la semana entrarán en funcionamiento otros dos Centros de Desarrollo Infantil, ampliando así la cobertura en otros 173 cupos para la primera infancia.

La funcionaria explicó además que los 35 niños que recibían atención en un Hogar Infantil que fue arrasado por la avalancha, recibirán temporalmente un paquete alimentario y la visita de profesionales que realizarán actividades pedagógicas y de atención psicosocial en sus domicilios, mientras el operador de los servicios encuentra una nueva sede para atenderlos.

“Los niños de Mocoa necesitan reencontrarse con sus amigos, volver a jugar y a soñar, y seguir creciendo en un lugar adecuado para su desarrollo. Nuestros equipos están listos para recibirlos, para ayudarles a recuperar la confianza en sí mismos y para darles todo el apoyo que necesitan en estos primeros años de vida que son cruciales para su vida”, señaló la Directora.

Desde el momento en que se registró la emergencia en Mocoa, el ICBF estableció los planes correspondientes para atender a los niños de la primera infancia, mujeres gestantes y madres en período de lactancia que fueron llevados a los albergues temporales. Al tiempo, organizó los planes para poder restablecer, lo antes posible, la atención de todos los beneficiarios en los Centros de Desarrollo Infantil y demás unidades de servicio que funcionan en el municipio.

ICBF implementa en Mocoa su modalidad Mil Días para Cambiar el Mundo

Bogotá D.C., 15 de abril de 2017. Con el propósito de garantizar el desarrollo integral de la primera infancia y de las mujeres gestantes de Mocoa, tras la avalancha, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar puso en marcha la nueva modalidad de atención Mil Días para Cambiar el Mundo, que interviene de manera significativa la alimentación y nutrición de las niñas y niños en situación o riesgo de desnutrición aguda, en sus primeros dos años de vida y mujeres gestantes con bajo peso.

A través de los tres componentes que contempla esta modalidad: alimentación y nutrición, gestión social y familiar, y procesos pedagógicos, el ICBF y su equipo de nutricionistas, buscan atender también a todo su núcleo familiar para lograr una intervención integral que favorezca el crecimiento y pleno desarrollo de las habilidades de las niñas y niños en la etapa más importante de sus vida.

"Mil Días para Cambiar el Mundo es una gran apuesta del ICBF que estamos implementando en Mocoa, para atender integralmente a las mamás y a los niños, desde el vientre y hasta sus dos años de edad, porque sabemos que estos mil días son el momento en el que más necesitan de una buena nutrición y de todos los cuidados para que crezcan sanos, inteligentes y felices. De esta manera prevenimos la desnutrición crónica y la mal nutrición de los niños en la primera infancia para seguir cambiando el mundo", aseguró Cristina Plazas Michelsen, directora General del ICBF.

Con una inversión de más de 1.600 millones de pesos, el ICBF atenderá con esta estrategia un total de 640 mujeres gestantes y niños menores de dos años de 10 municipios del departamento de Putumayo, con prioridad en territorios como Mocoa, afectado por la avalancha y Puerto Leguízamo, que tiene altos índices de desnutrición.

"Con esta modalidad de atención, el ICBF quiere lograr que el país tenga niños más sanos, mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Por eso el objetivo principal es atender la desnutrición aguda y prevenir la desnutrición crónica. Con ello también le apuntamos a favorecer los indicadores de desarrollo social y de pobreza del país. Este es un reto muy grande que tiene el ICBF, pero para eso están los equipos de nutrición, dispuestos a asumirlo para lograr los resultados en favor del bienestar de nuestros niños", señaló Alejandro Gómez, director de Nutrición del ICBF.

Según la Directora General del ICBF, la Entidad garantizará la implemetación de esta modalidad de atención en Mocoa por toda la vigencia 2017 y 2018.

"El programa se mantendrá durante el tiempo que sea necesario para lograr la atención integral de los niños y estudiaremos la posibilidad de ampliar los cupos si se requiere. En todo caso, en el municipio de Mocoa y en todo el departamento de Putumayo están presentes nuestros programas de Primera Infancia, en los que también se les brinda atención integral a los niños entre cero y cinco años y a sus familias", enfatizó Plazas Michelsen.

Mil Días para Cambiar el Mundo del ICBF atiende en todo el país, 20.000 niñas y niños menores de dos años y mujeres gestantes, con una inversión total de 51.000 millones de pesos.

Unidades Móviles del ICBF: trabajo incansable por los damnificados de Mocoa

Bogotá, abril de 2017. Llevan 13 días de trabajo ininterrumpido. Sus jornadas son extensas, solo pueden dormir unas cuatro horas diarias, aunque a veces deben pernoctar en los albergues; se relevan al momento de tomar los alimentos para recobrar las fuerzas que requieren y así poder atender a quienes tanto los necesitan en este momento.

Se trata de los profesionales de las 12 Unidades Móviles del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que acompañan a los damnificados de Mocoa, desde el mismo momento en que se presentó la avalancha.

Y es que estos trabajadores sociales, psicólogos, profesionales de la salud y filósofos, llegan desde tempranas horas del día a los albergues, una vez recibidas las instrucciones en la sede regional del ICBF, para que todo funcione de manera coordinada y en equipo.

La labor de estos ellos apunta a que las familias que se encuentran en los albergues, reciban su alimentación a tiempo, cuenten con recreación, jornadas lúdicas, atención en salud, apoyo, acompañamiento psicosocial, entre otros.

Pero para que todo funcione de manera organizada, las Unidades Móviles coordinan con los damnificados la conformación de comités de aseo, vigilancia, cocina y con ello, estos lugares se mantienen limpios y en condiciones higiénicas apropiadas.

Como lo relata la trabajadora social Janeth Salas Rodríguez, la capacidad de respuesta de la gente ha sido de tal magnitud que se ha convertido en el mayor aliciente para que los profesionales del ICBF dupliquen sus esfuerzos.

“Aunque son jornadas agotadoras porque la gente a toda hora busca nuestro apoyo, es satisfactorio personal y profesionalmente estar ahí donde nos necesitan y esa es la filosofía de este equipo de trabajo, que toma las fortalezas de cada uno y las reorienta con un solo fin, ayudar a los niños, niñas, adolescentes y familias más vulnerables, sostiene Janeth.

Por eso, detrás de cada sonrisa de un niño, cada ración de alimentos entregada o cada momento de alegría en medio de la incertidumbre de haberlo perdido todo en la tragedia, los mocoenses saben que tienen un apoyo incondicional en los servidores del ICBF.

ICBF busca el retorno a la alegría para los niños de Mocoa

Bogotá, abril de 2017. Para reducir en los niños afectados por la avalancha las secuelas del daño emocional y fomentar su capacidad de resiliencia a través de la lúdica, la recreación y el estímulo a la expresión de sus sentimientos, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar abrió espacios lúdicos y pedagógicos en los albergues instalados en la capital del Putumayo.

Se trata de la adaptación que han hecho las Unidades Móviles del ICBF de la modalidad Retorno a la Alegría, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), para el proceso de recuperación psicoafectiva de los niños y adolescentes afectados por emergencias.

“Necesitamos que los niños exterioricen a través de la pintura, los dibujos, el arte y el juego, los miedos y las emociones que están sintiendo, pero que no pueden poner en palabras, para que continúen con su desarrollo emocional y se proyecten”, sostuvo la Directora General del ICBF, Cristina Plazas Michelsen.

La Directora destacó que en estos espacios lúdicos existen reglas claras concertadas con los mismos niños, no solo para jugar y realizar las actividades, sino también para que cada cosa tenga su lugar. Por eso, hay espacios para la lectura, el dibujo, el arte, la recreación y para los materiales que utilizan: libros, juguetes, crayolas, témperas, vinilos, títeres, cartulinas, arcilla y plastilina, mediante los cuales los niños elaboran su duelo.

Las sesiones contemplan las narraciones que cada niño hace de lo que vivió y el inventario de sus pérdidas (juguetes, mascotas, familiares, cuadernos); después empiezan a expresar las vivencias dentro del albergue y a reconocer quiénes son las personas que los protegen y lo que ellas representan para sus vidas.

En una tercera sesión, fortalecen el espacio de los amigos y las redes de apoyo, para que finalmente empiecen a entender cómo es el ciclo de la vida y la muerte y cómo esa experiencia puede llegar a fortalecer su resiliencia.

“Nuestros niños deben reconocer cuáles emociones les son útiles, dejando a un lado el miedo y la ira, para traer la alegría que los va a ayudar a proyectarse en la vida”, puntualizó Plazas Michelsen.

Así trabaja el ICBF en la recuperación emocional de los niños de Mocoa

Mocoa, 10 de abril de 2017. En el albergue El Jardín, un niño de siete años colorea un río en el que luego dibuja peces negros y varias personas del mismo color. Junto a él, otro de solo dos años pone en el papel una larga línea ondulada y explica, a su manera, que se trata del mismo río.

Para estos dos pequeños, los dibujos son solo el resultado de una tarde entretenida que otros complementan con la escritura de pequeños relatos. No obstante, para los psicólogos que integran las 12 Unidades Móviles del ICBF instaladas en Mocoa tras la emergencia, estas creaciones son el punto de partida de un trabajo de atención psicosocial que busca descubrir los sentimientos de los niños frente a lo sucedido, determinar sus necesidades emocionales y ayudarles a sanar sus heridas.

Y es que según explica la Directora General del ICBF, Cristina Plazas Michelsen, detrás de todas las carencias materiales que hoy enfrentan estos pequeños y sus familias quedan ocultas grandes necesidades emocionales que también deben ser atendidas con prontitud.

"Desde el primer día, más de 40 profesionales de nuestras Unidades Móviles trabajan sin descanso en la atención psicosocial de los niños que vivieron esta terrible tragedia", señala la Directora. "Queremos que superen sus temores que recuperen la confianza y que vuelvan a sentir que el mundo es un lugar seguro para ellos".

A través de los dibujos, los niños cuentan cómo vivieron la emergencia y expresan, de manera espontánea y tranquila, sus sentimientos frente a lo sucedido. Ya en la interpretación, los profesionales identifican cuáles son las necesidades de cada caso y empiezan a trabajar en ellas.

Los resultados no solo son importantes para los niños porque les ayudan a comprender lo que están sintiendo. También tienen un efecto sobre los adultos, porque les enseña que la recuperación de los niños no depende solamente de lo material, sino también del apoyo emocional que puedan darles.

"Cuando los niños hacen los dibujos, exteriorizan sus miedos, su tristeza por la pérdida de sus familiares, de sus mascotas, de sus juguetes, y puede expresar todo aquello que fue más impactante para su vida. Por eso este trabajo de atención psicosocial nos ayuda a evitar futuras consecuencias sobre sus emociones y su salud mental", puntualizó la Directora del ICBF.

En el trabajo de atención psicosocial que el ICBF hace a los niños de Mocoa participa también el Ministerio de Cultura, la Policía Nacional y otras entidades que forman parte del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, todo con un solo propósito: restablecer los derechos y el bienestar de la niñez víctima de la avalancha.

Madres Sustitutas del Amazonas se capacitan en enfoque étnico

Leticia, abril 5 de 2017. Con el objetivo de cualificar a las madres sustitutas y entregar herramientas pedagógicas para la atención a las comunidades étnicas, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF adelantó una jornada de capacitación en el Enfoque Diferencial Étnico en Amazonas.

La jornada, que fue encabezada por profesionales del Centro Zonal Leticia del ICBF, tuvo como eje conductor su aplicabilidad en el cuidado, educación y crianza de los niños, niñas y adolescentes indígenas que se encuentran bajo protección de la Entidad y en el Hogar Sustituto.

En la actividad se resaltó el Enfoque Diferencial Indígena, el cual busca garantizar y respetar las costumbres y autonomía de los pueblos que habitan en el Amazonas, así como su educación, salud y alimentación propia.

Durante el taller que se llevó a cabo en el auditorio de la Regional Amazonas, el Antropólogo del Equipo Móvil de Protección Integral– EMPI, Jeimer Ruiz Torres, y la Psicóloga del CZ, Leticia Liliana Prieto Sierra, explicaron el proceso de Enfoque Étnico a las madres sustitutas que asistieron a la jornada.

Para el antropólogo del ICBF, Jeimer Ruiz Torres, el taller es muy valioso, ya que a través de las madres sustitutas es que se implementan métodos pedagógicos culturales para trabajar con los niños, niñas y adolescentes que están a su cargo.