El agua soy
El olor de la lluvia, la humedad satura el aire y hay un silencio expectante; nubes transportando agua contenida en mopas y burbujas, gotas que caen de alturas inconcebibles, efímeros proyectiles atacan la tierra sin descanso, fortaleciendola, alimentandola, calmando su necesidad de alivio, de consuelo, de vida. El agua se reúne, se compacta y fluye por gravedad al centro; recorre superficies, conoce todos los caminos, los resquicios, las juntas, los recintos secretos, tumbas y catacumbas. Lo ha visto todo y es la misma cuando logra huir, cuando no cae atrapada por la roca y espera en la oscuridad, reviviendo el misterio del mundo, haciendo parte de todo y de todos. El agua es la mente intrusa; no hay secretos para ella, es omnipresente, es omnisciente, es todo en todas partes al mismo tiempo. El agua es el reflejo del mundo es única y distinta; el agua brota, emana, lleva y trae; el agua limpia y arrasa, no deja nada. El agua soy.