La industria de construcción en Colombia continúa su crecimiento en 2019 promovida por la vivienda social, la edificación de hoteles, el crecimiento de infraestructura de las principales ciudades y por una mayor inversión pública, pero la incertidumbre jurídica que gira en torno a las próximas elecciones regionales podría perjudicar este sector, según el gremio de constructores.

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Aunque durante 2018 el sector presentó varios trimestres de disminución de sus actividades económicas, uno de los datos que sorprendió en la presentación del Producto Interno Bruto (PIB) del año, fue la recuperación del gremio constructor, que mostró significativas señales de progreso a futuro, pese a los desafíos que enfrenta.

Según estimaciones del gremio, las inversiones en construcción de vivienda y otros tipos de edificaciones logran los 80 billones de pesos al año (24.523 millones de dólares), que equivalen al 9% del PIB.

Las iniciativas gubernamentales y de subsidios a la tasa de interés como el programa Mi Casa Ya, serán protagonistas en el mercado inmobiliario. Esta fue la gran apuesta que quedó incorporada en el Plan Nacional de Desarrollo, aprobado el pasado jueves en el Congreso de la República.

Colombia tiene un déficit actual de 600.000 familias que no poseen vivienda y 1,8 millones de hogares con hacinamiento o grandes carencias en las condiciones de habitabilidad.

Aunque la recuperación del sector está enfocada en la vivienda, el segmento de hoteles, bodegas, oficinas, y especialmente el sector institucional como colegios, centros de salud y otras obras sociales crecerá a velocidad pausada en medio de la conclusión de los períodos de mandato de los gobernadores y alcaldes que terminan labores a finales de diciembre.

No obstante, el cambio de mandatarios locales y regionales es el principal factor de incertidumbre para los empresarios, que podrían frenar inversiones por la inseguridad jurídica de las políticas con que llegue cada funcionario.

Colombia se enfrenta a grandes retos en materia de productividad, es por eso que el sector constructor planea estrategias ambiciosas que buscan mejores procesos, simplificar los trámites, aumentar la oferta y manos de obra calificada, además de fortalecer la adopción de nuevas herramientas tecnológicas.