La dura historia del Amazonas desde los capítulos de Aconquistadores y aventureros, salpicada por ciclos de las llamadas “bonanzas “ ( Caucho, pieles, oro, coca, petróleo) etc., con tantas secuelas en el camino en sus recursos naturales destruidos, como en la población diezmada tanto física como socialmente, se suma desde una veintena de años otra mal habida cosecha plantada en el ilusorio futuro para la región por algunos inescrupulosos gobernantes de turno ,dedicados a martillar el mismo yunque, a ritmo de comprobada ineptitud y corrupción.

La nueva constitución Política de Colombia de 1991 de trascendencia en el desarrollo del acontecer político del País y de la vida regional, otorgó a las entonces denominadas Intendencias y Comisarías, un escaño para ser elevadas al rango de departamentos con autonomía para la gestión de sus intereses y con circunscripción propia para elegir dos representantes en el Congreso de la República. En un abrir y cerrar de ojos primó la firma sobre la realidad territorial y esta nueva era de departamentalización inició un camino incierto al vaivén de la politiquería y desde la otra orilla una apática sociedad distante y ajena a cualquier interés por encontrar soluciones a los problemas que sin distingo hoy por hoy, aquejan al territorio humano de nuestro Amazonas.
El enrarecido primer trimestre del año 2020 fue mundial por cuenta del covid 19. Durísima historia en la que el Amazonas no pasó tampoco prontamente la página.
Entre luces y sombras el santuario de la biodiversidad del planeta, desde el 18 de abril frente al primer caso de coronavirus, vive en alerta roja con afectación en los pueblos indígenas, en la sociedad territorial de Leticia como también en las áreas de frontera con Brasil y Perú

El ascenso de propagación ha sido imparable, con los indicadores más altos de contagio en
Colombia, para una población de 80.000 habitantes. Tan inesperado momento de pandemia dejó al descubierto lo frágil y caótico de la gobernanza del pasado y del presente ante una sociedad que empezó a tomar cuenta de su realidad, motivada por una gran red de ayuda Humanitaria que al igual que en otros momentos de historia, volcó por cuenta del coronavirus mirada y esfuerzos hacia tan remoto lugar donde la misma naturaleza aunque difícil de controlar , proveyó en su sabiduría la medicina para la salud de un buen número de afectados de los pueblos ancestrales , los mismos que aun aguardan una contundente atención de sus derechos fundamentales por parte del Estado en la tierra de la diversidad de la vida.
Este nuevo ciclo de un antes y un después, sin duda es una clara invitación a confrontarnos y reactivarnos como personas y sociedades, venciendo los retos y dejando al descubierto los aprendizajes en un contexto de poder salir avantes en la construcción de región generando soluciones a tantos males. Nuestro Amazonas, naturaleza por excelencia, lo tiene todo para su empoderamiento en cercanos tiempos cuando el planeta no será el mismo después del covid-19

La falsa dicotomía entre gobierno y sociedad debe dar paso a un sentir y mentalidad
nueva, como el río viendo hacia adelante para
avanzar bajo el convencimiento de que nuestro territorio, el bosque natural más grande del planeta, donde nace el aire limpio que respira el mundo, necesita gente capaz de entregarle una vida entera en aras de un bienestar colectivo demandando un compromiso de todos para su preservación, promoción y desarrollo.
PANORAMA AMAZÓNICO formula votos por el pronto suceso de un mejor futuro para todos. Desde este medio de comunicación sin fronteras, con sentido de pertenencia e identidad local, regional y de colombianos seguimos en la tarea de promover el mundo turístico y cultural, razón de ser de nuestros pueblos amazónicos. Gracias por acompañarnos en el logro de nuestra meta al presentar la primera edición digital de PANORAMA AMAZÓNICO, revista con la que esperamos continuar siendo su referente obligado de lectura y consulta para querer y sentir más al Amazonas.